lunes, 13 de abril de 2015

Seitán casero

Mi primer seitán chispas!! Las ganas que le tenía, tanto de probarlo como de aprender a hacerlo!!
En un alimento cuyo principal componente es el glúten de trigo. Su nombre proviene del japonés y significa proteína vegetal. En el mundo del vegetarianismo se le llama la carne vegetal ya que una vez preparado, su aspecto, textura y sabor son muy similares a los de la carne. Es un alimento rico en proteínas, muy digestivo, bajo en calorías y sin colesterol. Debido a todo ésto y a su bajo coste en comparación con la carne, sustituye a ésta en muchas recetas asiáticas.
Lo que sí es muy importante y se debe tener en cuenta es que lógicamente, por su composición, no es apto para celíacos.

Mi masita plastelinosa de seitán antes de partir y cocer

Ingredientes:

- 500 gr de glúten de trigo (yo compré en un herbolario uno de la marca El Granero por 2,65 €). Se puede partir directamente de harina de trigo, haciendo una serie de lavados para obtener el glúten pero, como conozco mi tiempo límite de paciencia en la cocina opté por saltarme este paso.
- 1 vaso de pan rallado
- 3 pastillas de caldo de verduras
- 1 cucharada de jengibre rallado (opcional)
- sal al gusto, hierbas provenzales
- 1/2 vaso de salsa de soja
- 1 pimiento
- 1 cebolla
- 4 dientes de ajo
- alga kombu (opcional, ya que es para aportar sabor y nutrientes, yo esta vez no tenía pero, en el futuro lo intentaré sólo por el interés nutricional)






Receta:

Se mezclan en un bol: el glúten, el pan rallado y la sal. Se diluyen 2 pastillas de caldo vegetal en 3 vasos de agua que se ha puesto a hervir previamente. Una vez que el caldo está tibio, para poder manipularlo, se mezcla en él la salsa de soja y se añade al bol del glúten y el pan rallado, y, no veáis qué divertido!! La próxima vez dejaré que lo hagan los niños. No es como amasar harina para hacer pan, el glúten en contacto con el agua se vuelve enseguida plastelinoso, jejeje. Es pegajosillo pero en plan mercurio, es decir, que se pega a todos los restos que hayan ido quedado en la encimera en la que amases y te la deja limpita, así que estupendo. Me pareció muy fácil de amasar.

Una vez se tiene la bola de masa, se divide ésta en 3 o 4 bolas. En agua hirviendo con la última pastilla de caldo de verduras que quedaba y, en la que hemos añadido el resto de los ingredientes (cebolla, pimientos, ajos, jengibre, especias), metemos las bolas de forma que queden cubiertas y se dejan allí 30 minutos más.

Después, se pueden conservar en la nevera en su caldo una semana o bien en el congelador.
Las bolas se cortan en trozos o filetes dependiendo de la receta que se quiera preparar y se cocina como si de un filete crudo se tratase: en el horno con vino blanco, en salsa con verduras, en brocheta en la barbacoa, con arroz en plan paella vegana, etc... La pinta es muy sorprendente porque verdaderamente parece carne. La textura en la boca también es muy parecida a la de un filete de sajonia o algo así. En mi opinión, el sabor le delata de lo que es realmente pero, es cierto que yo lo hice muy suavecito para ver qué tal salía la primera vez. En la siguiente, puede que lo aderece un poco más.
La verdad es que me ha gustado mucho y es una comida a incluir en mi dieta a partir de ahora, como sustitutivo de la carne o como un plato más.

Os animáis a probarlo?? Qué aproveche!!

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