martes, 21 de febrero de 2017

Recetas de invierno 2017

Aquí va una tanda de recetillas vegetarianas para alegraros los últimos coletazos del frío invierno...

Hamburguesas de brócoli


Ingredientes:

1 brócoli 
2 zanahorias
1 cebolla
2 huevos (o 2 cucharadas de harina de garbanzo en medio vaso de agua templada. Se puede poner un chorrito de limón y media cucharada de cúrcuma para que parezca huevito de verdad)
1/2 vasito de vino blanco (opcional)
Sal, sésamo, nuez moscada, ajo en polvo, perejil (todo al gusto)
Harina, pan rallado, avena molida, maizena o algo para aglutinar (ir añadiendo y amasando hasta que la textura quede moldeable. Las opciones son para hacer la receta sin gluten; yo la he hecho de todas las maneras y siempre salen muy buenas)

Receta:

Picar el brócoli, la zanahoria y la cebolla (con batidora o cualquier procesador que tengáis a mano, eso si cuanto mas picadito mejor para que los enanos coman con alegría...).
Mezclar con el resto de ingredientes hasta hacer un mega pelotón. Se puede parar en este punto y dejar la pelota en la nevera envuelta para que los ingredientes absorban más los sabores, pero no es indispensable.
Formar filetitos con la mezcla y freir en abundante aceite caliente. Es vuelta y vuelta, solo para dorarlo y así evitar la pérdida excesiva de nutrientes.



Rollo de seitán

Ingredientes:

Para el seitán (parecido a mi receta de seitán pero en versión más pequeña):
250 gr de gluten de trigo
2 cucharadas pan rallado
2 vasos de agua caliente en la que se ha deshecho una pastilla de caldo vegetal
1 cucharada de ajo en polvo
Orégano, pimienta y salsa de soja al gusto
Caldo vegetal, laurel y cebolla para cocer la masa y aglutinar el seitán 

Para el relleno:

1 berenjena
1 zanahoria
1 cebolla
100 gr aceitunas verdes deshuesadas
200 gr champiñones o un bote
Nueces y arándanos
Aceite, sal y pimienta al gusto 

Receta:

Una vez preparada la masa, extender sobre un film de plástico. Para hacer el relleno se debe picar todo en una batidora o procesadora de cualquier tipo.
Disponer el relleno en el centro de la masa y envolver con el seitán. Como la masa es un poco chiclosa ir envolviendo y pegando el gluten con los dedos o ayudándonos del film de plástico. Finalmente, cerrar el rollo con el film enrollándolo en los extremos como si fuera un caramelo y cocer en el caldo de verduras durante media hora.
Una vez pasado ese tiempo se saca el rollo de seitán del film y se puede poner en una fuente de horno, pintar con aceite (se puede aderezar con romero o hierbas al gusto y un poco de vino blanco) y dorar a 180 grados durante 15-20 minutos. Para servir partir en rodajas. Yo como guarnición le puse boniato con pimienta, también asado al horno, uhm... (Del rollo de seitán no tengo foto, porque estaba tan súper bueno que, en plena fiesta familiar que estábamos, nos dedicamos a disfrutarlo y pasamos de los móviles).

Galletas de frutos secos

Ingredientes:

1 cucharada de semillas chía en una cucharada de agua durante 30 minutos
150 gr compota de manzana (o manzana asada)
100 gr de okara de haber hecho leche de avena y 200 gr de copos de avena
170 gr de almendras o mejor, de okara de haber hecho leche de almendra (aquí el caso es aprovechar sobras...)
Zumo de medio limón 
5 dátiles, 5 orejones de albaricoque, 40 gr de arándanos desecados, 40 gr de pipas de calabaza (estos son los básicos pero la receta admite cualquier fruto seco, o resto de navidades que tengas por casa)
50 ml de miel o sirope de agave (para endulzar)
50 ml aceite vegetal: coco, oliva

Receta:

Picar todos los ingredientes, aunque no demasiado porque lo bueno de esta receta es que las galletas tengan trozos de fruta. Hacer forma de bola con las manos engrasadas y ponerlas sobre un papel de hornear en la rejilla del horno. No hace falta separarlas mucho ya que estas no van a crecer hasta infinito al no llevar levadura.... 
Mantener en el horno a 200 grados durante 20 minutos o hasta que estén doraditas.





martes, 14 de febrero de 2017

Desayuno sorpresa, una mrsbeanada cumpleañera

Pues sí!! como os adelantaba en la entrada anterior, ha sido el cumpleaños del señor Bean... Y como este año es nuestro último "treinta y..." y encima, caía entre semana, y todos trabajábamos e íbamos al colegio, pues, se me ocurrió hacer "algo especial" (esos momentos de ocurrencias varias en los que debería estarme quietecita, jejeje).

Miré por internet a ver si encontraba alguna idea y dudé entre mandarle flores, hacerle una camiseta personalizada, entradas baratillas para algún musical aunque fuesen sin visibilidad (lástima que musical y barato son antónimos, así que no fue posible), colocación de churumbeles y cena romántica (pero es que para nosotros son románticas las salidas con ellos, si no vienen nuestros niños es como si nos faltasen los amigos de la pandilla)...

Empezaba a estar un poco desesperada cuando me topé con "desayunos sorpresa" y a domicilio. Encima no eran muy caros y con lo comilones que son mis muchachos, pensé que era el regalo ideal. Lo malo fue cuando miré las horas de reparto. No eran muy precisas y como mis chicos van siempre con la hora pegada temí que después de encargar la sorpresa, ya no estuvieran en casa para recibirlo, ¡menudo chasco!
Entonces vi la luz... "Si yo me levanto todos los días antes de que pongan las calles y ellos ni se enteran de cuando me voy". Y, antes de darme cuenta ya estaba enfilando al mercado a coger todo lo necesario para montar yo misma el desayuno sorpresa.

Cogí todos los bollos y galletas que les gustan y que siempre caen con cuentagotas, barritas de cereales, zumos de los buenos (de los que pone recién exprimidos), agüitas minerales de esas con merchandising de star wars, chuches varias (incluyendo grageas de las de Harry Potter de todos los colores), fresas (que les encantan)... y .... para rematar, un globo de helio, que envolviese los manjares.

Cuando salí del mercado ya iba bastante cargada de cosas y me dirigí tan contenta a por un globo de esos de gas pero, sólo había de la patrulla canina y de spiderman. Otra vez, me fallaba la logística cumpleañera... Le pregunté a la dependienta si no tenía algo "más de cumpleaños" me dijo que sí y me enseñó una foto del globito en cuestión. Me pareció perfecto y se lo pagué... Su compañera tardó unos minutos en salir de la trastienda con el globo hinchado... y... casi me da algo! Los globos de la patrulla canina y tal eran de dimensiones normales pero éste era GIGANTE!! como cinco veces los otros.
Con la boca seca, le comenté a la muchacha que tan cargada como iba y con el mega globo me tenía que coger el autobús hasta casa y que no me iban a dejar montar con aquel monstrenco (además de que iba a ser un cante). Le debí dar pena porque me regaló una bolsa de basura de esas de comunidad para que lo tapase un poco. Cuando se lo puse a mi "globito" por encima, éste se elevó cual fantasma negro y aunque era igual de cantoso por lo menos no se veía el globo (además, tenía que consolarme como fuera porque tenía que coger el autobús si o si).

No os puedo contar la vergüenza que pasé en mi querido autobús 155. Como era de esperar en mi vida, el autobús venía lleno hasta la bandera, no pude más que quedarme haciendo equilibrios con los bollos del desayuno entre los pies, procurando no machacar las fresas. Aunque habría 1 grado en la calle, yo pasé más calor que en agosto... Todo el mundo me miraba (bueno, a mí y al dementor negro que me sobrevolaba, uf...). A mitad del camino, a 3 paradas de mi destino, estaban haciendo obras y el autobús tuvo que tomar una ruta alternativa, mucho más larga... La gente empezó a protestar y a desplazarse por todo el vehículo para preguntar al conductor porque no sabían dónde les dejarían bajarse, y, mi desayuno, mis fresas ya hechas mermelada, mi dementor y yo aguantamos el chaparrón como pudimos...
En fín...yo ya no me sorprendo, por eso escribo este blog, jejeje...

Al final, todo quedó muy bien, nadie sospechó nada (aunque costó esconder al monstruo) y al levantarse... aunque el globito les dió un susto tremendo (no exagero en las proporciones ;P), la sorpresa les gustó muchísimo y tanto papá como niños desayunaron como reyes.
La aventura valió la pena y encima, el globo dio un juego increíble, no lo dejaban ni a sol ni a sombra, tanto valía para hacer coreografías, como para enganchar un clic de playmobil y verlo volar, como para entretener al gato,...

Y, lo peor... ahora todos quieren un globo por su cumple...




jueves, 2 de febrero de 2017

Roscón... el auténtico bollo!!

Es que en la Bean casa al roscón de reyes le llamamos "el auténtico bollo"... Con eso os podéis imaginar la "veneración" que le tenemos al bollito.

Podemos pasar sin turrón, sin mazapanes y hasta sin lombarda de nochebuena (aunque lo de la lombarda ya son palabras mayores... la tradición de mi casa es comerla, no importa lo hinchado que estés) pero, no sin el auténtico bollo.

Con el auténtico bollo ni siquiera somos muy exquisitos. A ver, el de tahona está excelente claro, aunque es carísimo y cada vez vamos menos a comprarlos allí. Los pillamos de supermercado que, no están mal para quitarse el antojillo, o los hacemos en casa... Y éstas son también palabras mayores porque... Mrs Bean en la cocina con mucha harina, ralladuras varias, levaduras frescas, niños revoloteando, gatos olisqueando, etc..., sumado a unas manos más bien de tamaño enano, y, sin cacharros mix que me hagan la masa maravillosamente bien y sin manchar, pues, la cosa puede terminar mal.

De hecho, siempre paso por una fase, al comienzo del amasamiento del susodicho, en la que los sentimientos son claramente de derrota y de abandono. Aunque sé de sobra que al final siempre soy capaz de hacer una bola homogénea de masa, no puedo evitar esos momentos iniciales de terror...

Y a estas alturas pensaréis, a esta chica se le ha ido la pinza hablando en febrero de roscón... y sí, sé que es tarde para dulces navideños pero, en febrero es el cumpleaños de mi señor Bean y no hay cosa que más le guste en el mundo ni tarta que le haga más ilusión. Como ya no es tan fácil encontrar el dulcecito en cuestión en cualquier sitio pues, nos ponemos a hacerlo en casa y la liamos, no veáis la que liamos pero, huele tan, tan, tan, bien... ojalá se pudiera guardar el aroma como una foto porque éste seguro que lo fotografiaría.

Por si a alguien le ha picado el gusanillo y se le ha antojado un auténtico bollo os comparto la receta de mi cuñada (ojo! para hacer con la manos, no con ningún mix-cacharro), que os prometo que se hace muy bien y es divertido (se pueden incorporar niños a la actividad aunque no me hago responsable del resultado final de la cocina...) aunque haya momentos dificultosos, vale la pena...



Ingredientes:

1 paquete harina fuerza
Azúcar (media medida que de leche)
Leche (un vaso) caliente (no mucho que palma la levadura)
Medio bloque mantequilla medio derretido en microondas (en punto pomada)
1 y 1/2 bloques levadura fresca
2 huevos
Ralladura limón y naranja
Agua azahar (una cucharadita sólo...)
Frutos secos (almendras machacadas)
Sal (una pizca)


Receta:

Se hace un volcán de harina y en medio se echa la mezcla del resto de los ingredientes despacito y a la vez q se amasa (leche, huevos, sal, levadura, azúcar, ralladuras, azahar). Después se va echando la mantequilla derretida y se sigue amasando. Se pone el masón en un bol con un poco de aceite y harina para que no se pegue y se tapa y se le pone calorcito para que crezca (también se puede poner a 35 grados en el horno). Cuando engorde se divide la masa y se hacen dos roscas y se dejan crecer otra vez (este es el momento de congelar bolas si se quiere, luego simplemente habría que descongelar la masa y crecerla otra vez). Cuando estén gorditas se las pinta con huevo batido, se echa por encima azúcar mojada con agua y frutos secos y se mete al horno a 180 grados unos 30 minutos.


Ya me contaréis... Buen provecho!!