lunes, 22 de septiembre de 2014

Regresando...

Si, hace tiempo que no escribo.
Y no ha sido por falta de ganas ni de ideas, que tengo que ir anotando porque me llegan a miles, sino porque el verano fue más relajante de lo que pensaba... y... me bañé en el mar, como hacía años que no lo hacía, como una niña divirtiéndome con las olas hasta que se me arrugaban los dedos y se me ponían los labios morados.
Y disfruté con tranquilidad y atención de la compañía que siempre añoro.
Y tuve tiempo de pensar en muchas cosas diferentes y de poner los temas pendientes en mi cabeza en orden.
Y entonces, me sentí en paz y mi mente se mantuvo serena y callada por fin y... me olvidé de las claves de los correos, de las de las bases de datos del trabajo, de las de las redes sociales, etc...XD!!
Pensé que las había anotado en algún lugar seguro hace tiempo, pero, al parecer, también olvidé cuál era ese lugar.
Pero aparte del caos de este inicio de curso en el que parecía que muchas de mis neuronas no habían regresado a Madrid, estas vacaciones le han venido muy bien a mi cabecita, que siempre está echando humo atendiendo a mil tareas al mismo tiempo y, planificando las que vienen después...
Así que, una de las decisiones tomadas desde la calma de esos días estivales para este "curso" fue la de hacer las cosas de una en una, viviendo intensamente en ese momento, concentrándome en él, disfrutándolo, saboreándolo como una taza de té caliente y sumergiéndome, como en el mar, con la mente limpia de cualquier tema ajeno a lo que se está viviendo en este instante.
Y, es por eso que no me animaba a volver al blog, porque, cuando vuelva a hacer una entrada será porque tengo un tiempo para dedicarle exclusivamente al texto y a las palabras y frases que se formen en mi mente. Se acabaron los ratitos robados al tiempo libre del trabajo o a no prestar atención a través de las ventanillas del bus de regreso a casa. 
De esta forma lo disfrutaré más, las entradas serán mejores, y poco a poco, irá desapareciendo el impulso aprendido desde la niñez de cargarse con muchas tareas inabarcables al mismo tiempo.
Además, de este modo, puede que consiga mi propósito de imponerle a mi rutina el bienestar de ser dueña de mi tiempo y la sensación de libertad que me he traído de recuerdo de las vacaciones de este año.
Hasta pronto!!

Las vistas que me llenan de energía cada verano

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