Uhmmm, leche de almendras

Qué rico por favor!! Nunca la había probado y esta semana al hacer la compra, dejé caer una bolsita de almendras crudas en el carro...

No sabía muy bien qué hacer con ellas, ni siquiera miré una receta en internet... Me guié un poco por la receta de la leche de avena y... madre mía!! qué enganche!! me la he bebido sola, con té, con café, fría y caliente,....

Tiene un sabor buenísimo, como horchata fresquita y encima, es muy nutritiva, aunque ésto es lo que en principio me daba un poco de miedo ya que, toda la vida he escuchado aquello de "una almendra igual a un filete" pero son nutrientes saludables ya que, tiene mucho fósforo, calcio y potasio y supone una elevada dosis de vitamina A y fibras solubles e insolubles. Como os comentaba, también tiene más grasa que otras leches (aunque menos que la leche de vaca), pero al ser vegetal, no es perjudicial, de hecho es una leche recomendada para bajar los niveles altos de colesterol y triglicéridos.

Es muy sencilla y más rápida de hacer que la leche de soja o avena. Tan sólo remojé la mitad de la bolsita (unos 100 gr) en agua durante 1 hora. Al cabo de ese tiempo ya se puede descascarillar muy bien. Se ponen las almendras peladas en agua limpia y nosotros añadimos: una cucharada colmada de miel y otra de azúcar avainillado. Se bate bien con la batidora y se enrasa con más agua hasta completar un litro. Después se cuela esta mezcla y se conserva en la nevera hasta 3 días, aunque ya os digo que en mi casa no ha durado ni 24 hr!
Los posos de la almendra picada me los he guardado en el congelador para futuros bizcochos, galletas o nuevos intentos de macarons.

Lo único que me echa para atrás es el precio al que me saldrá el litro si al final me aficiono también a esta bebida vegetal tan rica. Y, es que si la avena era baratísima no se puede decir lo mismo de las almendras...
Pero, bueno, nos daremos un homenaje de vez en cuando!!