El Bifrutas es una mezcla de yogur pasteurizado y zumo que, no necesita frío y viene en un envase de plástico con una boquilla con tapón.
Por lo que, es bastante fácil de llevar a cualquier sitio y tomarlo porque no necesitas nevera ni cubiertos y encima, si no te lo terminas lo puedes cerrar con su taponcito y dejarlo para otro momento.
Con todas estas facilidades, me da la impresión de que es un producto muy enfocado a niños (y para facilitar la vida a los padres, cosa que se agradece).
Además, hay poca posibilidad de derrames (tal como ocurre con los yogures para beber, que se les caen en un 99.9% de las ocasiones), aunque mi pequeño demostró que un buen apretón del envase del Bifrutas (externo a su boquita) puede hacer que el yogur alcance una altura de géiser y lo ponga todo perdido igual, pero, no es nada preocupante, sólo es que los hijos de Mrs. Bean claramente son capaces de probar los productos hasta el límite de su resistencia...
De esta forma, los nenes se podrían llevar el Bifrutas para tomarlo en el recreo del cole o a la salida de clase, en el parque, etc...
El sabor a piña de este Bifrutas Tropical (de momento es la único sabor que comercializan) me ha encantado y su textura también porque en efecto, el yogur la suaviza mucho. Lo he probado del tiempo y de la nevera y la verdad, es que está igual de bueno. De hecho, se me hace pequeño el envase pero, como os he comentado si va enfocado a niños me parece que está muy bien. No se parece en nada a las papillas de frutas para bebés que muchas marcas comercializan con un envase parecido, aunque creo que el formato puede dar lugar a engaño sobre todo a los niños más pequeños del parque que se lo ofrecí (2-3 años) y que me dijeron rotundamente que "no querían papilla". En el caso del pequeño de la familia Bean (2 añitos), aunque se quedó encantado con el envase naranjita y con un muñequito dibujado, cuando se lo quise dar a probar la respuesta fue aplastante "papilla no guzta, papilla ez pezte" (y, según mi experiencia, esto significa, "mamá no insistas que no voy a abrir la boca").
A mi hijo mayor (5 años) y otros niños más mayores sí que les gustó mucho cuando lo probaron aunque, se repitió el patrón de rechazarlo en un primer momento cuando pensaron que era una papilla de frutas.
Y a las mamás nos gustó a todas... jejeje
Además, en cuanto a composición: tiene un 0% de materia grasa, es fuente de calcio y vitaminas A, C, E y D y aporta unas 54 kcal por envase (los envases son de 90 gramos) con lo que parece un alimento bastante completito.
El precio recomendado es bastante asequible, de 0,45 €, lo que, sumado a la buena impresión que me ha dado hará que de ahora en adelante probablemente compremos este producto en el supermercado o sea una de nuestras elecciones en las típicas máquinas expendedoras.
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| Mi peque emocionado repartiendo Bifrutas por el parque |
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