Para empezar el otoño en plan sanote, Trnd nos ha seleccionado para probar los nuevos vasitos para microondas Brillante Benefit!!
La misión es degustarlos a la hora de la comida con los compañeros del trabajo y hacer un día un poco especial, en el que en lugar de venir cargando todos con la tartera, invito yo (que también he venido cargadita, eh!! jejeje)
Se trata de platos preparados para calentar en 90 segundos en un microondas. Son platos sanos en cuanto a ingredientes, sin colorantes ni conservantes.
Las variedades para probar son:
- 3 Arroces con quinoa y verduras
- Legumbres con quinoa y verduras
La quinoa, la contienen las dos variedades, es un superalimento que está de moda. Es un cereal originario de la zona andina y que contiene todos los aminoácidos, por lo que es muy interesante desde el punto de vista nutricional para cualquier dieta.
En la dieta vegetariana es protagonista por esta razón y en internet se pueden encontrar multitud de recetas con este ingrediente.
Yo hace tiempo que la incorporé al menú habitual por esto de su salubridad y cantidad de aminoáncidos, pero, he de confesar que, aún me estoy pegando con ella.
Al principio me sentaba mal, hasta que descubrí que hay que lavarla muy pero que muy bien para quitarle el amargor y la saponina natural que presenta y que puede revolver, bastante, la digestión.
Después, no le encontraba el gusto a su sabor y encima, algunas recetas como las hamburguesas de cereales, que tan super bien me salen con el mijo (otro cereal más económico y parecido en composición a la quinoa) con la quinoa no se me aglutinaban bien, etc, etc...
Todavía tengo mis éxitos y mis fracasos con este ingrediente... pero, como todo lo que leo de la quinoa es tan bueno pues sigo intentandolo...
Así que, con esta premisa de mi relación de amor-odio con la quinoa, os paso a relatar que nos ha parecido en el curro la prueba de estos productos:
- A mí me ha gustado más la de legumbres, que tiene caldito. La otra variedad es más secota. Pero sólo es mi opinión, se puede decir que hay empate ya que ambas variedades han gustado por igual en mi curro.
- A todos nos ha parecido muy cómodo y una salvación para los que comemos todos los días fuera de casa, sobre todo si una noche estás muy cansado y no te apetece cocinar. Arrimándole una ensaladita, un aguacate o un poco de puré sobrante de otro día, ya estarías servido para un apuro.
- Es verdad que en comparación con la oferta actual de platos preparados en el supermercado, es de lo más sano y de lo poco vegano que uno puede encontrar, así que, en este aspecto le doy un 10.
- El aspecto y el sabor no están nada mal. Quizá para mi gusto demasiado sabroso y el aroma algo artificial (para ser un producto en teoría tan natural), pero no es la opinión general.
En general, a todos les pareció que tenía muy buen sabor, aunque sí comentaron lo del aroma a precocinado.
El veredicto es muy positivo, ya que si bien la filosofía del vegetariano/vegano pretende acercarse a lo fresco y natural, huyendo de lo envasado, y, tenemos claro que cualquier guiso que te hagas en casa será mucho más sano y tendrá un aroma mejor, también queda patente que estos vasitos no vienen a sustituir a ningún plato casero sino a echarte un cable y facilitarte la vida, de vez en cuando o cuando no puedes más.
Además, como os comentaba es de agradecer que empiece a haber alternativas veganas de "platos precocinados" para que, en ocasiones desesperadas, los vegetarianos también tengamos derecho a entrar a un super y "pillar" algo rápido. Y a los omnívoros que les apetezca un día elegir algo más sanote, pues ya tienen más opciones, más variedad...
Me alegra que algunas cosas estén cambiando, sólo llevo 3 años sin comer animales y he notado grandes avances. Al principio, no había forma de encontrar algo que yo pudiese comer si salía de mi casa con mi familia omnívora, pero ahora, en muchos supermercados y restaurantes de comida rápida hay opciones, muy pocas aún, pero algo hay....
¿Qué será lo siguiente?, quizá ¿ensaladas de verduritas, sin pollito, ni bacon, ni atún, ni palitos de cangrejo....?
Ahí lo dejo...
lunes, 23 de octubre de 2017
lunes, 16 de octubre de 2017
El discursillo
Antes del verano, a mi hijo mayor le dio por el fútbol. Puede parecer normal que a un chavalote de 8 años le apetezca jugar al fútbol con los amigos pero, en el caso de mi mayorzote nos supuso algo extraño ya que nunca le había gustado.
Desde pequeño, cuando los niños le llamaban para que jugase, salía corriendo hacia los columpios a inventarse alguna de sus aventuras imaginativas. A mí, que soy deportista cero y el fútbol me produce urticaria, me tenía encantada...
Aún recuerdo esos momentazos en los que un adulto se nos acercaba y, sólo por el hecho de ser niños (chicos, color azul, ser duros, deportistas, etc, etc... las cosas antiguas que se le pasan a la gente por la cabeza) les preguntaban "¿y tú, de qué equipo eres?" y mis chicos contestaban a coro: "de ninguno, no nos gusta el fútbol"... jajajaja, me encantaban...
Por eso, me quedé pasmada cuando empezó a jugar, cuando nos pidió un balón y más tarde unas playeras... y un día, quiso ver un partido y... celebraba los goles, y, de repente su única conversación eran los cromos de la liga y, se sabía todos los jugadores, y que en el recreo le habían metido cuatro goles a 2º A.... y, claro, yo no sé nada del tema, ni mi pequeñín tampoco.
Entonces, un día, para hacernos la tarde más amena de su cháchara futbolística, en nuestro ratito de tele, busqué por internet unos capitulillos de la mítica serie en la que yo aprendí todo lo que sé de fútbol... Campeones!! Un clásico que me enseñó a hacer la jaula y la catapulta infernal, y con esos datos, me quedé tan pichi...
Todavía el señor Bean se monda cuando está viendo emocionado jugar a la selección y yo paso por allí y grito: "pobre Iker, le están haciendo la jaula!!"....
El caso es que Campeones triunfó en mi casa claro está...
Tras varios días enganchados a partidos de fútbol interminables en un campo más redondo que el globo terráqueo, el análisis de mi hijo nos dejó tirados por el suelo (sí, a lo Peppa Pig...).
"Mamá, lo mejor de la serie es que mientras corren con el balón les da tiempo a pensar muchísimo, van ahí con su discursillo en la cabeza resolviendo sus problemas... hasta se olvidan de que están jugando"
Eso nos hizo darnos cuenta y ser más conscientes de cómo nos portamos nosotros también y desde entonces, la palabra discursillo en mi casa ha tomado una gran importancia. Cada vez que nos quedamos en babia, no prestamos atención a lo que nos dicen o no comemos ni hacemos los deberes por estar distraídos, estamos con el discursillo en la cabeza.
Cuando los mayores vamos solos por la calle la mayoría del tiempo vamos con el discursillo (en plan Oliver y Benji) intentando resolver los problemas del mundo, reproduciendo situaciones, etc... Distraídos hasta tal punto que pueda llegar a ser peligroso (a todos nos ha pasado el cruzar la calle en rojo y darte cuenta cuanto alguien te daba, con razón, un bocinazo).
No nos fijamos en el momento presente, ni disfrutamos donde estamos, ni lo que hacemos justo ahora porque a nuestro cerebro le encanta el discursillo. Es como un vicio!! Nos parece que no podemos evitarlo, pero con fuerza de voluntad todo es posible.
Así que, ahora toda la familia estamos intentando utilizar técnicas de mindfulness varias para aparcar a ratos el discursillo y darnos un momento de respiro a la cabeza.
Para los mayores hay multitud de libros pero, para comenzar yo recomendaría cualquiera del padre del Mindfulness, Jon Kabat Zinn.
Para los nenes, también hay un montón, pero es muy recomendable Tranquilos y atentos como una rana de Eline Snel. A mí me ha gustado mucho y encima trae audios cortos, catalogados por edades, que se pueden hacer con los peques a modo de ejercicio familiar.
Os animás a aparcar el discursillo un rato??
Desde pequeño, cuando los niños le llamaban para que jugase, salía corriendo hacia los columpios a inventarse alguna de sus aventuras imaginativas. A mí, que soy deportista cero y el fútbol me produce urticaria, me tenía encantada...
Aún recuerdo esos momentazos en los que un adulto se nos acercaba y, sólo por el hecho de ser niños (chicos, color azul, ser duros, deportistas, etc, etc... las cosas antiguas que se le pasan a la gente por la cabeza) les preguntaban "¿y tú, de qué equipo eres?" y mis chicos contestaban a coro: "de ninguno, no nos gusta el fútbol"... jajajaja, me encantaban...
Por eso, me quedé pasmada cuando empezó a jugar, cuando nos pidió un balón y más tarde unas playeras... y un día, quiso ver un partido y... celebraba los goles, y, de repente su única conversación eran los cromos de la liga y, se sabía todos los jugadores, y que en el recreo le habían metido cuatro goles a 2º A.... y, claro, yo no sé nada del tema, ni mi pequeñín tampoco.
Entonces, un día, para hacernos la tarde más amena de su cháchara futbolística, en nuestro ratito de tele, busqué por internet unos capitulillos de la mítica serie en la que yo aprendí todo lo que sé de fútbol... Campeones!! Un clásico que me enseñó a hacer la jaula y la catapulta infernal, y con esos datos, me quedé tan pichi...
Todavía el señor Bean se monda cuando está viendo emocionado jugar a la selección y yo paso por allí y grito: "pobre Iker, le están haciendo la jaula!!"....
El caso es que Campeones triunfó en mi casa claro está...
Tras varios días enganchados a partidos de fútbol interminables en un campo más redondo que el globo terráqueo, el análisis de mi hijo nos dejó tirados por el suelo (sí, a lo Peppa Pig...).
"Mamá, lo mejor de la serie es que mientras corren con el balón les da tiempo a pensar muchísimo, van ahí con su discursillo en la cabeza resolviendo sus problemas... hasta se olvidan de que están jugando"
Eso nos hizo darnos cuenta y ser más conscientes de cómo nos portamos nosotros también y desde entonces, la palabra discursillo en mi casa ha tomado una gran importancia. Cada vez que nos quedamos en babia, no prestamos atención a lo que nos dicen o no comemos ni hacemos los deberes por estar distraídos, estamos con el discursillo en la cabeza.
Cuando los mayores vamos solos por la calle la mayoría del tiempo vamos con el discursillo (en plan Oliver y Benji) intentando resolver los problemas del mundo, reproduciendo situaciones, etc... Distraídos hasta tal punto que pueda llegar a ser peligroso (a todos nos ha pasado el cruzar la calle en rojo y darte cuenta cuanto alguien te daba, con razón, un bocinazo).
No nos fijamos en el momento presente, ni disfrutamos donde estamos, ni lo que hacemos justo ahora porque a nuestro cerebro le encanta el discursillo. Es como un vicio!! Nos parece que no podemos evitarlo, pero con fuerza de voluntad todo es posible.
Así que, ahora toda la familia estamos intentando utilizar técnicas de mindfulness varias para aparcar a ratos el discursillo y darnos un momento de respiro a la cabeza.
Para los mayores hay multitud de libros pero, para comenzar yo recomendaría cualquiera del padre del Mindfulness, Jon Kabat Zinn.
Para los nenes, también hay un montón, pero es muy recomendable Tranquilos y atentos como una rana de Eline Snel. A mí me ha gustado mucho y encima trae audios cortos, catalogados por edades, que se pueden hacer con los peques a modo de ejercicio familiar.
Os animás a aparcar el discursillo un rato??
miércoles, 4 de octubre de 2017
Champú y acondicionador de Dolores Promesas
De nuevo Youzz nos ha seleccionado para probar productos!! Y esta vez, nada más y nada menos que el champú y el acondicionador sin aclarado de Dolores Promesas.
Ya llevo unos días probándolo y en mi entorno también (esta vez las muestras han volado, jajaja...) así que puedo contaros las primeras opiniones.
Lo primero que te llama la atención es el diseño de los envases, me pareció muy divertido, seguro que no pasa desapercibido en la estantería de una perfumería.
Cuando lo utilizas lo que más te impresiona es el perfume... No sé describirlo, pero es muy agradable como a colonia de mujer pero de toda la vida, nada cargante pero tampoco sutil. Dura bastante el aroma en el cabello.
La textura es perfecta, ni muy líquida ni muy pastosa y brillante como el nácar. Hace bastante espuma.
Deja el cabello limpio (a mí me parece que por más tiempo) y nada grasiento. También lo deja brillante, elástico (en serio, es una sensación muy extraña pero se rompe menos al peinarlo), muy suelto y con un volumen increíble (ni con la plancha he podido bajar ésto), además, es cierto que evita el encrespamiento.
En mi caso que tengo el pelo ondulado, muy gordo y voluminoso, el volumen que deja es exagerado pero, es verdad que se me ve más sanote así que, me aguanto el pelucón a cambio de un pelo más brillante y sano.
Pero, pienso que es más recomendable para personas de cabello fino y sin volumen.
Supongo que el volumen se debe a que lleva keratina y por eso repara y regenera tanto (por cierto, 0 parabenos, con lo que se lleva un punto extra).
El acondicionador sin aclarado huele fenomenal también y cumple su función de que te puedas desenredar sin engrasar ni una gota, además de aportar brillo extra. A mi se me queda un poco corto, pero ya os digo que tengo el pelo muy grueso y, a pesar de que me estoy echando bastante no consigo que quede suave para no tener tirones con el peine, así que, he decidido que lo utilizaré después de una crema suavizante convencional. Pero, como os comentaba es mi caso, alguien con el cabello más finito seguro que va sobrado con este producto.
En definitiva, a mi me ha gustado bastante y en mi entorno todo el mundo ha quedado más que satisfecho con esta prueba.
Un producto muy recomendable sobre todo para estos meses de otoño que aún tienes el pelete castigado del verano y se cae como las hojitas de los árboles.
Y vosotros, ¿conocíais esta marca? ¿la habéis probado?
Ya llevo unos días probándolo y en mi entorno también (esta vez las muestras han volado, jajaja...) así que puedo contaros las primeras opiniones.
Lo primero que te llama la atención es el diseño de los envases, me pareció muy divertido, seguro que no pasa desapercibido en la estantería de una perfumería.
Cuando lo utilizas lo que más te impresiona es el perfume... No sé describirlo, pero es muy agradable como a colonia de mujer pero de toda la vida, nada cargante pero tampoco sutil. Dura bastante el aroma en el cabello.
La textura es perfecta, ni muy líquida ni muy pastosa y brillante como el nácar. Hace bastante espuma.
Deja el cabello limpio (a mí me parece que por más tiempo) y nada grasiento. También lo deja brillante, elástico (en serio, es una sensación muy extraña pero se rompe menos al peinarlo), muy suelto y con un volumen increíble (ni con la plancha he podido bajar ésto), además, es cierto que evita el encrespamiento.
En mi caso que tengo el pelo ondulado, muy gordo y voluminoso, el volumen que deja es exagerado pero, es verdad que se me ve más sanote así que, me aguanto el pelucón a cambio de un pelo más brillante y sano.
Pero, pienso que es más recomendable para personas de cabello fino y sin volumen.
Supongo que el volumen se debe a que lleva keratina y por eso repara y regenera tanto (por cierto, 0 parabenos, con lo que se lleva un punto extra).
El acondicionador sin aclarado huele fenomenal también y cumple su función de que te puedas desenredar sin engrasar ni una gota, además de aportar brillo extra. A mi se me queda un poco corto, pero ya os digo que tengo el pelo muy grueso y, a pesar de que me estoy echando bastante no consigo que quede suave para no tener tirones con el peine, así que, he decidido que lo utilizaré después de una crema suavizante convencional. Pero, como os comentaba es mi caso, alguien con el cabello más finito seguro que va sobrado con este producto.
En definitiva, a mi me ha gustado bastante y en mi entorno todo el mundo ha quedado más que satisfecho con esta prueba.
Un producto muy recomendable sobre todo para estos meses de otoño que aún tienes el pelete castigado del verano y se cae como las hojitas de los árboles.
Y vosotros, ¿conocíais esta marca? ¿la habéis probado?
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