INGREDIENTES
1 taza y media de lentejas rojas peladas que han estado en remojo de 2-3 horas
1/2 taza de mijo (opcional)
1 patata grande o dos pequeñas
2 zanahorias
1 trocito de calabaza (opcional)
Unos 10-15 trocitos de soja texturizada gruesa
1 pimiento verde
1/2 pimiento rojo
1/2 cebolla
2 dientes de ajo
1/2 puerro
Especias: laurel, pimenton dulce, cúrcuma (al gusto)
1 chorrito de aceite para bañarlo todo
2 cucharadas de levadura de cerveza (opcional, yo es que lo echo siempre que puedo porque da sabor y tiene muchas vitaminas del grupo B, y como una no come chicha hace tiempo ya, pues para que no falten)
Sal (al gusto)
Agua, caldo de verduras (de haber hecho pure) o agua de haber remojado tomates secos para hidratarlos (se puede aprovechar todo)
RECETA
Yo soy muy amiga de la olla exprés que me permite hacer guisos sin enterarme mientras hecho guerras de clics con mis enanos. Entonces la receta es sencilla, pero seguro que se puede hacer en cazuela a fuego lento. Se ponen todos los ingredientes en la olla con la cantidad de agua o caldo apropiado (según indique el paquete de legumbre y cereal, si finalmente le añadimos). Se deja el tiempo que indique el fabricante de la olla (aunque estas lentejitas peladas y partidas, lo que en la cocina hindú se conoce por dhal, se hacen rápido y, prácticamente desaparecen). Al abrir la olla no se ve la lenteja roja, más bien aparece un purecito naranja con el resto de los ingredientes, que está riquísimo. Además, ya lo hemos hecho unas cuantas veces y siempre me ha resultado más digestivo que cuando cocino las lentejas normalmente.
RECETA DE GELATINA DE MANDARINA CON AGAR-AGAR
INGREDIENTES
Mandarinas (para sacar 500 ml de zumo)
Agua (para enrasar el zumo hasta 750 ml)
Azúcar morena, miel o sirope de ágave (al gusto)
Agar-agar en polvo (4 gr): yo me he comprado en un herbolario un paquete como el de la levadura química con sobrecitos de agar en el que ya te vienen dosificados los 4 gr (de la marca Pronagar, por si queréis espiar su web que tiene muchas ideas de recetas)
RECETA
En mi afán por no pasar hambre en el curro con el dichoso Invisalign, ando buscando recetas de cosas blanditas y con alguna caloría que pueda jalar sin tener que quitarme el cacharrito en cuestión, y así llegar a la hora de la comida como una persona normal y no como un orco hambriento y malhumorado. Encontré que con agar (que es un alga, esa transparente de las ensaladas chinas) se pueden hacer multitud de postres: gelatinas, flanes, pudins, etc... Y sin utilizar la gelatina convencional (cuya procedencia es animal, de pescado o de hueso). Y éste fue mi primer experimento exitoso (si, ha habido fracasos...). Para hacerlo: exprimir las mandarinas (es lo mejor si el postre va a ser para niños). En mi caso, como era un experimento y sabía que me iba a tocar comermelo con patatas, machaqué las mandarinas peladas con la batidora de mano, así me quedé con la pulpita y toda su fibra pero ojo, la pulpa tiene mucho fósforo y amarga el resultado final. A mí no me importó, pero para niños queda un poco fuerte.
Echar el zumo en una cazuela junto con el agua, el azúcar y el agar y calentar hasta llevar a ebullición y mantener allí removiendo todo el rato unos 3 minutos antes de bajar el fuego. Después, se sirve en vasitos individuales o un recipiente grande del que se cortarán daditos y cuando se enfríe un poco lo metemos a la nevera. Hay que esperar mínimo una noche. Esta misma receta que me pareció muy fácil y rápida, se puede hacer con el zumo de cualquier fruta, totalmente licuado o echando trocitos de frutas.
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