Cake pops:1-Mrs Bean:0

Jejejejeje.... Ya solo por el título de la entrada os podréis figurar... Y, es que parece que Mrs Bean últimamente "no tiene el horno para bollos", pero literal!! En mis aventuras reposteras no doy una a derechas pero bueno, no me pienso rendir porque me río un montón y encima, se acercan las navidades y, con ellas muchas ganas de probar nuevas recetillas para divertir y sorprender a mis enanillos.

Además, es un plan muy chulo con niños para una tarde lluviosa y fría como la que hizo en Madrid este domingo.

Los cakepops (o "keipos", como dicen mis minipinches) en realidad son muy fáciles y divertidos de hacer, y además, con algunas recomendaciones que os voy a dar, a vosotros si os van a salir bien, ejem...espero....

Se trata de hacer un bizcochito cualquiera (vale la típica receta de bizcocho de yogur) o incluso comprar uno en el súper. 

Se puede hacer a partir de un bizcocho pequeño o, de uno grande y destinar solo un trozo a hacer los cakepops. 

El bizcocho una vez frío (si al final nos hemos animado a hacerlo) hay que desmigarlo, cosa que gustó mucho a mis enanitos y dejó mi materia prima reducida a la mitad, entre lo que cayó al suelo y lo que se comieron.

Todas esas miguitas se mezclan con mantequilla pomada hasta que la cosa adquiere textura de plastilina. Este paso tambien triunfó...

Una vez tienes la masa plastilinosa se trata de ir arrancando cachitos y haciendo bolitas del tamaño de un chupachup, y no de albóndigas de kilo como hicimos nosotros (ver foto XD). Aquí también se redujo mi materia prima porque a mi pequeño le gustaba el sabor de esta "plastilina"...

Se pincha a las bolitas un palito y se las remoja en chocolate repostero al baño maría, después se las puede pasar por un platito con fideos de colores u otros adornos. También hay mucha gente que los adorna con fondant y hacen verdaderas preciosidades. Después, se dejan secar y enfriar en la nevera en vertical. Para ello, se puede utilizar una huevera de cartón para pinchar los palitos.

Nuestro problema fue que las bolas kilométricas que hicimos al remojarse en chocolate cogían tanto peso que resbalaban por el palito. Así que decidimos comérnoslas allí mismo sin palito ni nada, jejeje.
Estaban buenísimas y con las que sobraron hice la prueba de enfriarlas (para endurecerlas un poco) e hincarles el palo después, y funcionó. Pero, más que pops, a las nuestras las bautizaría como cake mountains o algo así, juas juas. Mucha suerte!! ya me contaréis!!