Os cuento un poco acerca del probador: Boina tiene ya diez añitos y es nuestro "hijo mayor".
Ya tenemos una historia juntos y mil anécdotas que contar. Fue uno más de la familia desde que entró tan pequeño como un ratoncito en nuestra casa.
Se llama Boina porque es blanco y tiene una manchita negra en la cabeza, a modo de "boina".
Siempre fue mordilón y arañón (dicen que les ocurre a los gatitos que destetan antes de tiempo), y es todo un carácter que sólo se deja acariciar cuando y donde el quiere, pero, también es un payasete que nos hace reír tanto a nosotros como a los niños, así que, pese a ser un "borde" como dirían todos los invitados a mi casa (sobre todo aquellos que "ignorantes" acudían a visitarnos en pantalón corto o falda...) no le cambiaríamos por nada del mundo.
Desde pequeño, padece FUS (Feline Urinary Sindrome) así que, nunca ha comido otra cosa que alimento de veterinario especial para no producir las piedras que nos le ponían tan malito. Con lo que, el pobre siempre está deseando que le caiga algo un poco sabroso y diferente.
Muy de vez en cuando y a modo de premio, le damos una latita de comida para gatos, un palito de cangrejo o le servimos un cacito de lentejas, y claro se vuelve loco, por eso, sabía que iba a estar más que dispuesto y agradecido de probar los premios Whiskas anti-Hairball, que además de ser unas croquetitas de premio para las mascotas, les ayuda a prevenir las bolas de pelo de su estómago.
La verdad es que nuestro gato, lo único que hace todo el día es dormir y relamerse para estar bien peinado y claro,... luego se pone a toser sin parar porque las bolas de pelo no le dejan vivir, así que, nos va a venir fenomenal.
Por el momento: le han encantado, tanto, que hasta está de buen humor y mientras come sus caramelos hasta se le puede acariciar y, además, ha dejado de toser, así que, le están haciendo efecto, y puedo decir que la experiencia está siendo muy positiva.
Boina emocionado con su paquete de muestras |
Además nos han enviado unas muestras por si conocidos nuestros con gatos quieren probarlas también. Ya he repartido unas cuantas entre familia y amigos pero, todavía me quedan.
Así que, si alguien se anima a mimar a su gatito (y vive en Madrid), dejadme un comentario y yo os contactaré.
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