Qué contenta estoy!! Hoy comparto con vosotros que me han dado una nueva medallita en Trip Advisor de Cantidad de Lectores, por tener más de 20.000!! Me alegro de que mis experiencias, casi siempre en plan Mrs Bean total, hayan ayudado a tantas personas (aún me alucino con la cifra...). Como ya os comenté en una entrada anterior, si necesitáis que os amplíe acerca de alguna de las opiniones que tengo ahí, no tenéis más que decírmelo, para eso estamos!
Podéis encontrar las opiniones que llevo hasta el momento en mi perfil...
Cuando empiezo a picarme por todo es señal inequívoca de que Mrs Bean necesita vacaciones!!
Lo sé y soy consciente, pero aún así, me pico... ;P
El temita al que veo que este año todo el mundo le da mucha importancia es..tachán.. el género de los juguetes!!
Y yo me pregunto, pero ¿los juguetes tienen género?. Puede que la industria juguetera clasifique los juguetes por sexos (con un puro interés comercial claro está, porque así venden lo mismo pero doble, uno en versión niña y otro en versión niño, no vale uno para todos los/as hermanos/as o todos/as los primos/as) y en los centros comerciales los separen por pasillos, segregando así a niños y niñas, pero, al final, en mi casa todo se junta y se juega a lo que se quiere con independencia de si se es niño o niña.
Mi hijo pequeño siempre elige muñecas. Ya sean clics, o legos o barbies... Él siempre prefiere la versión femenina. Cuando le preguntas por qué y te responde te queda claro que le llaman mucho la atención los colores bonitos de los pelos, los vestidos o los accesorios y, para ser sincera, es verdad que los muñecos chico, son mucho más rollo, de colores oscuros, con pelos que no se pueden peinar ni hacer nada con ellos, y los accesorios siempre suelen ser pistolas, espadas y cosas similares, muy aburrido todo.
Los trajes de niña también le gustan más... (toma y a mí!). La ropa de niño es tan tristona y oscuraaaa! Todos los pijamas de mi hijo pequeño están comprados en la sección de niña y son de princesas y sus calcetines también, los elige él y le hacen muy feliz. Y los disfraces de niña, el de Elsa de Frozen (es su heroína) es tan increíble, que mi chiquitín siempre se los quiere probar en todas las tiendas, se vuelve loco.
Hace poco le compramos una diadema con las trenzas de Ana de Frozen y va tan contento con ella por la calle.
La vida, vista desde un punto de vista muy crudo y muy adulto es larga, dura, cruel, injusta y, muchas veces frustrante, por lo que, me pregunto: ¿vamos a empezar a cuestionar y frustrar sus decisiones desde pequeños? ¿cuál es la edad ideal para ridiculizar y hundir a una persona? ¿a los dos años? ¿queremos que se sientan extraños y tontos, darles un golpe en su frágil autoestima cuando aún se está empezando a formar su carácter, sólo por elegir una prenda o un juguete "inadecuado"? ¿inadecuado para quién? ¿dónde lo pone?
Mi hijo es un tío estupendo, con un carácter sensacional y propio. Su hermano le ve normal, si si aunque vaya con sus trenzas de Ana y las uñas pintadas, nunca le ha hecho ni un comentario, nosotros también, nos mondamos con sus ocurrencias, y sus abuelos y sus tías....
No comprendo porque en el parque siempre tengo que explicarle a alguna nena o nene que lo que pasea mi hijo en su carrito rosa (porque claro, aunque no es su color favorito, no lo encontré de otro color) no son juguetes de niña sino solo juguetes con los que se divierte mucho, porque casi siempre en tono más o menos dulce alguien se acerca a preguntarme por qué llevo muñecas si tengo dos hijos varones. Siempre veo miradas de desaprobación y ojos escandalizados como si como padres comprensivos y tolerantes que somos, estuviésemos haciendo algo malo. Y cuando algún otro niño, varón, se sienta al lado de mi hijo a jugar y peinar a muñecas, no os quiero contar...
Tenemos que ser más abiertos en general porque esa es la educación que les vamos a transmitir, es lo que maman en casa, pero nosotros debemos ser los primeros, porque somos su inspiración.
Yo quiero que mis hijos cocinen, pasen la aspiradora y se cosan botones. Quiero que se sepan hacer la maleta, y la cama, elegir su ropa, limpiar su váter y su ducha, cuidar a sus hijos... Cosas normales, que les hacen personas normales, no necesitadas de alguna "mujercita". De hecho, me encantaría que si tienen en su vida una mujer o un hombre, no fueran dependientes de ellos para poder alimentarse, sacar un niño adelante o vivir en una casa limpia, cosas que sólo enseñan los juguetes de niña como cocinitas y escobas en miniatura.
A lo mejor a estas alturas os descubrís pensando, claro, piensas eso porque tu hijo juega con muñecas (¿veis? como si fuese algo malísimo). Pero, nada más lejos de la realidad, si tuviese niñas tampoco me gustaría que únicamente jugasen con cosas de niña. Nosotras somos tres hermanas y siempre hemos jugado con clics de chicarrón (entonces aún no existía la "serie rosa") con sus colores azules y negros, pistolas y sombreros del oeste, no nos gustaban los pin y pon, pero sí los GIJOE con sus armas y sus tanques y, sí hemos tenido muñecas y hemos jugado mucho con ellas, y mis primos, chicos, también. A pasearlas, a mamás y papás y a lo que se terciara... Es lo que se ha hecho toda la vida y consiste básicamente en imitar a los mayores pero, nadie ha dicho que sólo puedas imitar a los de tu mismo sexo. Nos hemos convertido en gente normal y muy abierta, con carácter bien desarrollado porque nos han dejado tomar decisiones desde pequeñas y no nos han ridiculizado nunca.
Aquí abajo os pongo uno de los vídeos de este papá molón que le ha comprado a su niño la misma muñeca Ariel que le regalé este año por su cumple a mi Keko.
También os he puesto el vídeo del primer anuncio de Barbie en el que aparece un niño!!! (hasta 2015 hemos tenido que esperar, madre mía, qué retrasaditos vamos...).
Y éste es el regalo estrella de navidad para Keko este año, lleva meses preguntando cuánto falta para tenerla...
Hay que ver lo que se está hablando últimamente del cielo de mi ciudad. Yo veo los tejados y el cielo de toda la ciudad desde mi casa, medito mirando hacia allí diariamente y sé cómo está sin necesidad de leer los periódicos.
Aquí hay coches y hay fábricas, y calefacciones de carbón en las fincas más antiguas, en ocasiones, llega hasta aquí el polvo del desierto del Sahara, con lo que el aire de Madrid a veces, si el clima no acompaña barriéndonos con un poco de lluvia y viento, pues está cargadito. Es lo que tiene vivir en una gran ciudad.
Lo injusto es que, en otras ocasiones, la mayoría, el cielo está precioso. Normalmente, disfruto mucho los amaneceres y atardeceres pero, a veces me sorprende también la belleza en las horas intermedias del día, o la ciudad iluminada con una enorme luna llena, pero, entonces, no sale en las noticias, claro.
Es como si nos agradase bañarnos en lo negativo en lugar de valorar y sentir cada momento, entonces, nos daríamos cuenta de que no todo es tan negro. Entonces, lo valoraríamos tanto que en lugar de quejarnos, actuaríamos y haríamos todo lo que estuviese en nuestra mano por ayudar a mejorarlo.
En mi casa, ya van tres generaciones en las que somos todos de Madrid, tanto por parte de padre como de madre. No tenemos pueblo X"(
Puede ser que ésto sea lo único que conocemos y por eso lo valoramos tanto, puede ser que necesito ya vacaciones de navidad y por eso me ofenden cosas que normalmente me resbalan pero, estos días no he parado de escuchar a gente de fuera de Madrid quejándose por la calidad del aire.
En primer lugar, a todas estas personas les diría que lo primero que hay que ser siempre en la vida es agradecido. Yo lo estoy por ser tan afortunada de poder vivir en la ciudad que me crié, en la que estudié, en la que conocí a mi amor y tuve a mis hijos, en la que encontré un trabajo... Hay recuerdos míos por cada uno de los rincones de Madrid. Casi en cada sitio emblemático y turístico de la capital podría contaros una anécdota. He viajado mucho, he visto cielos más limpios y formas de vida muy atractivas que me hicieron pensarme muchísimo dejar ésto atrás pero, por el momento, siempre ganó mi ciudad favorita.
Por lo que, a todas esas personas, amigos y desconocidos de fuera os diría que si estáis aquí es porque aquí encontrasteis una oportunidad de vida mejor, aunque el aire fuera menos puro, un lugar en el que asentaros con confianza.
Si estáis aquí es que ya sois de aquí (esta ciudad adopta enseguida), no podéis usar la ciudad y después huir corriendo a vuestros lugares de origen, criticando lo que dejáis atrás. Tenéis unas responsabilidades, no podéis criticar el aire de la ciudad pero no soltar vuestros coches ni para ir a por el pan.
No soy quien para dar consejos pero como reto podríais probar la estupenda experiencia de pasaros todos los días 2 horas o 2 horas y media en transporte público por Madrid. A lo mejor tienes que madrugar un poco más, o a lo mejor es menos cómodo, pero la calidad del aire que tanto criticáis mejoraría considerablemente. Además, da multitud de posibilidades... ves gente y te haces más humano al interaccionar un poco con el resto, con sus situaciones, descubres algún sitio con adornos de navidad bonitos, a veces asistes a conciertos de una calidad increíble por el módico precio de la voluntad, puedes dedicar un tiempo a la meditación y respiración consciente, hacer ejercicio subiendo y bajando escaleras, cediendo el asiento y surfeando con los frenazos, escuchar música o mantras sanadores, tomarte un café tranquilo en silencio, paladeando y disfrutando su aroma, aprender idiomas, hablar por teléfono con esa persona a la que nunca sacas tiempo para llamar, puedes jugar a videojuegos, leer un libro, estudiar, preparar ponencias, poner tus cuentas o tu agenda en orden o... quién sabe, hasta escribir un blog.
A lo mejor, descubrís otro Madrid. A lo mejor, mañana os levantáis y entre que muchos no han cogido el coche, que estás más relajado porque por fin has encontrado ese ratito para ti mientras ibas en transporte público y la brisita que ha barrido el aire, os despierta el día más positivos y con el cielo más bonito que hayáis visto en vuestra vida.