Ya hemos empezado a probar los productos de Sal Costa y la verdad es que estamos encantados!!
Un filetito a la plancha con sal Costa Essentiel o un tomate aderezado con aceite de oliva y sal Costa Flor de Sal se transforman ya que ganan muchísimo en sabor! Yo, por lo menos, que suelo ser bastante "sosilla" cocinando (de hecho, el Sr. Bean suele decirme para meterse conmigo que yo sólo le enseño el salero a la comida...) he notado mucho el cambio a mejor de todos los guisos.
En cuanto a recetas que hemos probado con la sal Costa Alta Cocina, la "gordita":
TRUCHAS A LA SAL
Facilísimo!! En una bandeja de horno y sobre una cama de sal, hierbas provenzales y ajo picado se ponen las truchas abiertas y limpias. Se vuelve a echar sobre ellas la mezcla de hierbas provenzales y ajo picado. Y antes de cubrir con más sal, yo le puse por encima unas rodajitas de limón.
Después, de cubrir con la sal y salpicar con un poco de agua esta capa, se mete al horno la bandeja a 220 ºC unos 30 minutos y ya está!!
Al sacarlo hay que romper la capa superior de sal para sacar el pescado. Después, lo único que hace falta es regar el pescado por encima con un chorrito de aceite de oliva (también se puede preparar una salsa aparte) y sal (sí, sal, porque la sal de cocinar no entra en los alimentos y la comida puede quedar un poco sosa).
Es cierto que el pescado queda jugoso y que la casa no huele a la comida que se está cocinando en el horno.
Además, si antes de empezar a cocinar, pones sobre la bandeja un papel vegetal, recoger los restos es tan fácil como levantar el papel vegetal con toda la sal y tirarlo a la basura. Aunque, tengo que aclarar que a mí ésto me resultó un poco más difícil de lo que esperaba. Supongo que dependerá del tamaño de la fuente y de la cantidad de sal utilizada, y... claro está, de que yo soy un poco Mrs. Bean, jejeje, pero después de tirar sal por todos los resquicios de mi cocina intentando levantar el papel de hornear con la sal restante, por fin me decidí meter la bandeja en una bolsa de basura limpia y volcarla.
Lo que no os recomiendo es que intentéis cocinar pescados troceados o sin piel, como yo, que ya he hecho la mrsbeanada de la semana e intenté unas rodajitas de merluza con pimientos verdes recién arrancaditos de la huerta de mi vecina... La comida se hizo muy bien y en el tiempo recomendado, tenía una pinta maravillosa, pero quedó tan salada que se te dormía la lengua... Una pena! pero si no la liase de vez en cuando, no sería yo ;P
Tenemos pensado regalarnos unas gambitas y un redondo de lomo (ambos, a la sal y en el horno) además de probar algo más verdulero para ver cómo sale, así que iremos actualizando con más recetas y fotos para que se os haga la boca agua.
Saludetes y hasta pronto!!
martes, 30 de septiembre de 2014
jueves, 25 de septiembre de 2014
Sal Costa Alta Cocina
Que contenta estoy!! Esta semana me han seleccionado para participar en el proyecto de marketing colaborativo de trnd y probar la Sal Costa Alta Cocina!!
Yo había comido alguna vez la típica "dorada a la sal" en casa de mis padres y en algún restaurante, y la verdad es que me gustaron mucho, pero la verdad es que por unas cosas y por otras, una siempre acaba por hacer (casi) las mismas recetas y, nunca me había animado a comprar esta sal para cocinar e intentar hacer yo un guiso de este modo.
Porque, la verdad es que una vez que le echas un ojo al modo de empleo y a las recetas... parece facilísimo!!
Además, cocinar así debe ser muy sano porque no tienes que utilizar aceites u otras fuentes de grasa para que la comida no se quede seca ya que, ésta se cocinará en su jugo. La costra de sal absorbe las grasas de la comida, lo que convierte a los platos elaborados así en aptos para diferentes tipos de dieta. Y por otra parte, la comida no queda salada sino que, sólo se cocina dentro de esta costra de sal pero no la absorbe y hasta sería necesario añadirle un poco de sal aparte.
Por lo que he leído, el proceso es muy limpio, porque poniendo un papel de horno en la fuente o sartén a utilizar, se puede recoger todo en un momento y encima los olores no se dispersan por la casa porque la sal actúa a modo de barrera. Con lo que, ya me tienen ganada...
Precisamente, la Sal Costa Alta Cocina es una sal de origen marino con el grano grueso y poca humedad, recomendada para cocinar tanto pescados, como carnes y verduras, en el horno, microondas o incluso a la plancha. Así que, con esta facilidad, a idear se ha dicho...
En el paquete que me han enviado vienen varios paquetes de esta sal para poder practicar ricas recetas y también para compartir con los familiares y amigos que se animen a hacer un rico platito ;) (y también a invitarme a probarlo, jejeje).
Aparte, han tenido el detalle de hacernos llegar un botecito de sal de mesa de la misma casa y varias muestras de su gama gourmet que utilizaré en los guisos especiales para darles un toquecillo especial. También vienen varias sugerencias de recetas con una pinta estupenda que, intentaremos copiar o amoldar a la materia prima que tengamos y así reinventar nuevas recetas.
Deseandito empezar que estoy!! Alguien me propone un reto para practicar?
Yo creo que este finde empezaremos ya con las degustaciones familiares y ya os contaré si triunfamos...
Ah, y no os preocupéis que anotaré con todo lujo de detalles las recetas y las subiré al blog junto con mis experiencias en el mundo de la cocina a la sal!! Igual después de probarlo ya no quiero cocinar de otra forma XD
Gracias por la oportunidad Trnd!!
Mi paquetito de Sal Costa |
lunes, 22 de septiembre de 2014
Regresando...
Si, hace tiempo que no escribo.
Y no ha sido por falta de ganas ni de ideas, que tengo que ir anotando porque me llegan a miles, sino porque el verano fue más relajante de lo que pensaba... y... me bañé en el mar, como hacía años que no lo hacía, como una niña divirtiéndome con las olas hasta que se me arrugaban los dedos y se me ponían los labios morados.
Y disfruté con tranquilidad y atención de la compañía que siempre añoro.
Y tuve tiempo de pensar en muchas cosas diferentes y de poner los temas pendientes en mi cabeza en orden.
Y entonces, me sentí en paz y mi mente se mantuvo serena y callada por fin y... me olvidé de las claves de los correos, de las de las bases de datos del trabajo, de las de las redes sociales, etc...XD!!
Pensé que las había anotado en algún lugar seguro hace tiempo, pero, al parecer, también olvidé cuál era ese lugar.
Pero aparte del caos de este inicio de curso en el que parecía que muchas de mis neuronas no habían regresado a Madrid, estas vacaciones le han venido muy bien a mi cabecita, que siempre está echando humo atendiendo a mil tareas al mismo tiempo y, planificando las que vienen después...
Así que, una de las decisiones tomadas desde la calma de esos días estivales para este "curso" fue la de hacer las cosas de una en una, viviendo intensamente en ese momento, concentrándome en él, disfrutándolo, saboreándolo como una taza de té caliente y sumergiéndome, como en el mar, con la mente limpia de cualquier tema ajeno a lo que se está viviendo en este instante.
Y no ha sido por falta de ganas ni de ideas, que tengo que ir anotando porque me llegan a miles, sino porque el verano fue más relajante de lo que pensaba... y... me bañé en el mar, como hacía años que no lo hacía, como una niña divirtiéndome con las olas hasta que se me arrugaban los dedos y se me ponían los labios morados.
Y disfruté con tranquilidad y atención de la compañía que siempre añoro.
Y tuve tiempo de pensar en muchas cosas diferentes y de poner los temas pendientes en mi cabeza en orden.
Y entonces, me sentí en paz y mi mente se mantuvo serena y callada por fin y... me olvidé de las claves de los correos, de las de las bases de datos del trabajo, de las de las redes sociales, etc...XD!!
Pensé que las había anotado en algún lugar seguro hace tiempo, pero, al parecer, también olvidé cuál era ese lugar.
Pero aparte del caos de este inicio de curso en el que parecía que muchas de mis neuronas no habían regresado a Madrid, estas vacaciones le han venido muy bien a mi cabecita, que siempre está echando humo atendiendo a mil tareas al mismo tiempo y, planificando las que vienen después...
Así que, una de las decisiones tomadas desde la calma de esos días estivales para este "curso" fue la de hacer las cosas de una en una, viviendo intensamente en ese momento, concentrándome en él, disfrutándolo, saboreándolo como una taza de té caliente y sumergiéndome, como en el mar, con la mente limpia de cualquier tema ajeno a lo que se está viviendo en este instante.
Y, es por eso que no me animaba a volver al blog, porque, cuando vuelva a hacer una entrada será porque tengo un tiempo para dedicarle exclusivamente al texto y a las palabras y frases que se formen en mi mente. Se acabaron los ratitos robados al tiempo libre del trabajo o a no prestar atención a través de las ventanillas del bus de regreso a casa.
De esta forma lo disfrutaré más, las entradas serán mejores, y poco a poco, irá desapareciendo el impulso aprendido desde la niñez de cargarse con muchas tareas inabarcables al mismo tiempo.
Además, de este modo, puede que consiga mi propósito de imponerle a mi rutina el bienestar de ser dueña de mi tiempo y la sensación de libertad que me he traído de recuerdo de las vacaciones de este año.
Además, de este modo, puede que consiga mi propósito de imponerle a mi rutina el bienestar de ser dueña de mi tiempo y la sensación de libertad que me he traído de recuerdo de las vacaciones de este año.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)